Por fin!!!... y Shiraz

Ya hace un montón que no escribo, la verdad entre tanto viaje y la vagancia tengo anbandonado el blog. Voy a aprovechar para contar el viaje a Shiraz de la semana pasada y a ver si en unos días os voy poniendo al día sobre aquello que he ido haciendo en el último mes.

El finde pasado fuimos a Shiraz Iván, Afsaneh (usease la novia de Iván) y yo.

Cogimos nuestro primer avión interior y exclusivamente pedimos que no fuera Tupolev, así que nos apalancaron en un Fokker. El viaje fue bastante tranquilo. Cuando llegamos a Shiraz fuimos directamente a la policía para pedir un papel que tendríamos que entregar en el hotel ya que en Irán no se puede compartir habitación con una mujer salvo que seas familia. Además tampoco pueden viajar las mujeres solas sin el consentimiento familiar. Así las cosas fuimos donde los policías de turno y nos pidieron los pasaportes, por qué viajabamos los tres, llamaron a la madre de Afsaneh para preguntarle si sabía que estaba allí con dos españoles... un poco de tensión pero al final nos dieron el papel. Una vez con él fuimos al hotel donde teníamos una habitación doble (para Iván y yo) y otra para Afsaneh. A ver si por la noche podíamos cambiar de habitación y cuál fue nuestra sorpresa que nos dan las habitaciones juntas, claro y es que había como tres cámaras gravando el pasillo...

Contratamos un taxi y una guía para que al día siguiente nos explicara Persépolis y las tumbas de Darío, Jerjes, Artejerjes... Me habían hablado tan bien de ello que me decepcionó un poco, creía que iba a ser más grande y que habría más “piedras”. Por lo menos como íbamos con guía nos iba explicando para lo que sirvieron los antiguos palacios. Tras Persépolis vimos las diferentes tumbas y a mí me gustaron más, eran una especie de agujeros a unos 40 metros de altura y en unas montañas de unos 200 metros de alto, cómo lo harían hace 2500 años???

Nos volvimos a Shiraz a comer y después ver la ciudadela de la ciudad y la tumba del famoso poeta persa Hafez. Se dice que en toda casa iraní debe de haber dos libros, el Corán y uno de Hafez (y no siempre por este orden). Tras paseillo y descanso fuimos a cenar a un restaurante perdido a las afueras que recomendaba la lonely planet que se situaba en una tienda nómada. El sitio bastante chulo y la comida como siempre el clásico Kebab (no es el dóner que comemos en España, este lleva arroz y pollo, carne picada o cordero).

El sábado nos dimos una vuelta por Shiraz, fuimos a una mezquita en la que no nos dejaron entrar por ser turistas, eso después de obligarle a Afsaneh a ponerse el chador (en próximas ediciones explicaremos la diferencia entre chador, magnaé, hejab, velo, guardapolvos...). Así dimos una vuelta por el bazar que nos pareció bastante chungo después de conocer otros muchos. Cogimos un taxi y fuimos a unos jardines bastante famosos en los que los iraníes pagan 2.000 riales (16ct) y los extranjeros 40.000 (3,2€), pero como somos residentes conseguimos pagar 2.000, eso sí nos preguntaron de qué país éramos fue en plan, - ah!! España, no problem with Iran, sure you are no English? Ok perfect!!- .

Después de comer otro kebab, cogimos el avión (vaya camino al aeropuero, el conductor como una cabra a toda leche, hasta le tuve que decir que se calmara que no había prisa...). El viaje en avión fue en otro Fokker y la verdad es que las pasé más putas que Caín, vaya como se movía el aparatillo. Pero bueno, llegamos a Teherán y a casa, que ya había ganas. Ya hemos visto Shiraz y nos ha decepcionado un poco.